En primer lugar, el cartero nos trae un sobre dirigido a nuestra clase, con una poesía.
Una vez presentado el personaje que contenía el sobre, y elogiado sus cualidades mágicas (pues como podéis observar lleva consigo una barita mágica), procedemos a adornarlo y a vestirlo con su traje de hojas.
Finalmente, si a vosotros os dijesen que puesto que es un personaje mágico os puede conceder un deseo, pero que para ello tiene que venir a clase en persona, pues en el sobre solo iba una foto y para que eso suceda le tenemos que escribir una carta diciéndole cosas bonitas, seguro que lo haríais, a ¿a que si?, pues eso mismo dijeron ellos y nos pusimos manos a la obra. Una vez terminada la carta la enviamos por mensajería rápida así: viento viento lleva esta carta al otoño en un momento. Y lanzamos la carta convertida en avión al aire y no supimos más de ella, hasta que....................
Un día un reguero de hojas nos llevaba directamente a nuestra clase.
Seguro que el viento otoñal había visitado nuestra clase mientras estábamos en el recreo, así que esperamos con gran entusiasmo a que volviese.
y volvió, además llevaba la nota que le habíamos enviado a través de nuestro mensajero especial, ¿como es posible?
El viento otoñal, también traía lluvia.
y nos lee la poesía que estábamos aprendiendo anteriormente en clase,
Viendo sus caras, sus comentarios y sus reacciones, puedo decir que el principal objetivo de ésta actividad se ha cumplido.
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