los cuentos por si solos ya son mágicos, pues sus historias nos transportan o otros lugares, a otras épocas, nos hacen sentirnos caballeros, princesas, gigantes, nos transmiten emociones, alegrias, penas, en fin, son maravillosos, ¡¡hay que contar cuentos!!. En este caso el valor intrínseco del cuento, lo hemos aderezado con un poco de mágia con lo que la predisposición para escucharlo era máxima. En estas fotos queda de manifiesto dos cosas, la primera es que tengo muy poco arte para envolver cajas (ha quedado hecha un desastre aunque eso no ha impedido que los niños la vean como mágica)y la segunda es que la motivación antes, durante y después del cuento era altísima. El objetivo de esta actividad ha quedado cumplido sobre todo si vuestros hijos os lo han contado con emoción a la salida del colegio.
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